Por Juan Tomás Valenzuela
En este próximo jueves
día del amor y la amistad,
yo me voy pa’la ciudad
a ver que es lo que se mueve.
Como el día más claro llueve,
yo me llevo mi paraguas,
me encaramo en una guagua
de transporte interurbano,
me pongo un traje bacano
y despego pa’l Jaragua.
Me voy con mi mente abierta
solo en busca del amor,
pongo en mi pecho una flor
que ya arranqué de mi huerta,
dispuesto a aceptar la oferta
de quien tenga sentimientos.
Dejo a la merced del viento
el estigma de conquista,
pues como no soy clasista,
no segrego sentimientos.
Puede ser una morena,
o alguna rubia estrambótica,
el Guasón de Ciudad Gótica
o la mamá de Marchena.
Como ando en conquista plena
en este día del amor,
me enamoro de un motor
de los que Franklin Almeyda
trajo a esta tragicomedia
cuando estuvo en lo Interior.
Voy dispuesto a conquistar
a la abuela de Alvarito,
al asistente de Ito
o al sereno de Fulcar.
Mi amor le pienso entregar
a quien tenga un “Barrilito”
como el senador Pechito,
o Felix, el de San Juan,
a Luis René Canaán
o a aquel azuano proscrito.
Me dá igual que mi conquista
pueda ser Sonia Mateo,
una moto de franqueo
o un local en Bella Vista.
Siempre que sea detallista
y se entregue por entera,
podría ser una nevera
o un televisor con cable
….. o hasta el mudo despreciable
que nos lleva a la carrera.
En el tema del amor
me meto en cualquier complot,
me entregó como un robot
al pecho conquistador.
Si me sale un malhechor
mi inesperado consorte,
no creo que a nadie le importe
si sale bien esta unión…
y le doy la reelección
si me dá visa pa’l norte.
Juan de los Palotes
9 febrero 2019